THE LIGHT AT THE END OF THE TUNNEL





Ó, COMO FUE QUE REGRESÓ LA OBSCURIDAD

(RESEÑA DE: DEATH MAGNETIC-METALLICA)




Exit: Light
Enter: Night
Take my Hand
Off the Never Never Land...

Después de la complejidad y la contradicción que representó convertirse en una banda estándarte en ventas, llenar estadios y ganar discos de oro y platino al pormayor...
Después de cruzar por un túnel que parecía no tener salida y que comenzó con un descenso estrepitoso al conflictuarse inutílmente con "Napster", y continúo hasta su desgastada relación ("Some Kind of Monster"), para terminar en una triste agonía de cruzar el umbral, que parecía no tener salida, del "St. Anger"...
Desde sus conciertos ofrecidos en la gira europea conmemorando 20 años del estimadisimo "Master of Puppets" se presagiaba "El regreso del Apocalipsis"...

"El Verdadero Apocalipsis"...


Las entregas posteriores al denominado "Black Album" (exceptuando claro está, las maravillas escuchadas en Garage-Inc un disco de covers y el disco grabado con la Orquesta Sinfónica de San Francisco) desde mi punto de vista representaron un lindo sueño para la banda...
Representaron entregarse a su Dios para cumplir con la Profecia...
Representaron rogar al demonio el regreso de su alma y olvidar las letras llenas de odio y mal pedo... De profecias, apocalipsis y demonios...

Con esta nueva entrega, la luz al final del túnel jamás regresa, pero devuelve esos "madrazos" en la quijada...
Devuelve las partidas de madre y "martillazos" en el cráneo que ofrecen en sus primeras cuatro placas...
Devuelven desesperación por salir del manicomnio y reunirse en el infierno a celebrar con Cliff que por fin hay alguien que "electriza" (o "magnétiza") al bajo como el maldito demonio así lo demanda...
Las líneas del bajo de Rob Trujillo suenan impecables, por no decir que perfectas.
Al Sr.Hammet la desatan las manos y toca como si de eso dependiera su existir, como si fuese el último día de su vida.

Lars Ulrich, dejó a un lado el efecto del "cubetazo" en la batería y hace recordar los "tarolazos" de sus primeros discos, con fuerza, magnitud, golpeteos que desgastan pero que hacen del "headbandging" toda una religión.

James...
El buen James...
Sí, su voz jamás será la misma, las pedas y los excesos deterioran cada vez más las rocosas cuerdas vocales que nos martirizaban en anteriores entregas...
Pero... sí, mantiene ese impacto, incluso lo máximiza en relación al anterior disco, es constante y mucho más "feroz", continua ese mal pedo que siempre lo ha caracterizado.
Eso si, se olvida de problemas y conflictos provocados por sus intentos por dejar las drogas y el alcohol, para ofrecernos toda una gama de estrofas que bien describen un mundo lleno de obscuridad y de pulsaciones terrenales que aterran sin necesidad de Dioses y Demonios Bíblicos inalcanzables.

Sin tratar de dar más explicaciones y generalidades, se da FIN a una época en la que esta banda ganó adeptos pero perdió actitud, se creo problemas innecesarios y se olvidó de la escencia que los caracterizaba como íconos del "TRASH"...

Se da "DELETE" a más de una decada, que, desde mi punto de vista, las cosas les salieron maravillosas, pero en el terreno de actitud, radicalidad y energía que representaban, se había perdido...

Y sí, por fin encontramos la luz al final del túnel, pero regresa esa obscuridad perdida, si, la que tanto gozabamos antes del disco homonimo...
Esa obscuridad que los caracterizaba:
Regresa...

Y por otro lado, queda más que claro que Rick Rubin no vino a dar terapia psicológica a la banda... Rick Rubin no vinó a curar la crisis emocional de la banda de metal más grande del mundo.

¡¡¡Preparense por que ahora sí ha llegado el APOCALIPSIS!!!